Primero Auxiliar, Luego Contador: El Camino Que No Te Enseñan en la Universidad

“No te saltes el proceso. Domina el suelo antes de querer volar.” Sí, así como lo lees. Ser auxiliar no es un paso atrás. Es una etapa dorada, formativa, indispensable. 

En una época donde todo parece ir a mil por hora, muchos estudiantes y recién egresados de contaduría quieren ejercer apenas obtienen su tarjeta profesional. Es entendible: después de tantos años de estudio, ¡quieren comerse el mundo!
Pero hay un paso que no deberíamos brincar jamás: ser primero Auxiliar Contable.

1.La técnica primero, la estrategia después

Antes de dirigir equipos, firmar balances o asesorar empresarios, hay que saber lo que es contabilizar una factura manual, cruzar una conciliación bancaria, organizar comprobantes y cerrar una caja. Quien no pasó por allí, puede terminar siendo un contador que depende del archivo de otro, del Excel de otro, o que no entiende por qué algo no cuadra.

2.Aquí los errores enseñan sin arruinar

Ser auxiliar es una escuela viva. Cometes errores, sí, pero en un ambiente donde puedes preguntar, aprender, corregir. Nadie nace sabiendo. Y el que quiere ejercer sin haber practicado, corre el riesgo de aprender con el cliente… y eso no se vale.

3.La humildad no se enseña, se vive

Quien fue auxiliar entiende lo que cuesta cerrar una carpeta de soportes, lo que pesa una nómina de último minuto, y lo que implica estar al día con cada documento.
Esa vivencia forma contadores con sensibilidad, y no jefes altivos que solo saben firmar pero no resolver.

4.Aprendes cómo se vive la contabilidad en el mundo real

En la universidad aprendemos teoría. Pero en la práctica te enfrentas con realidades que no vienen en el pensum: clientes impacientes, software que no funciona, papeles que no llegan, jefes que te presionan. Ser auxiliar te enseña a moverte en ese mundo. Te prepara.

5.Seguridad que ningún diploma te da

Si eres estudiante o recién egresado, no te desesperes por ejercer. Primero entrena. Primero gana músculo contable. Porque un contador con práctica, jamás será reemplazado por un título vacío.

Ser auxiliar no es retroceder. Es prepararte para ejercer con dignidad, ética y confianza.

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